lunes, 17 de octubre de 2011




Cuando elegimos entre distintas posibilidades de actuación o comportamiento, tomamos una decisión. Las decisiones son inevitables. Podemos elegir entre diferentes actuaciones o formas de conductas posibles, pero no podemos elegir si hemos de elegir  o no. Incluso, cuando dejamos de actuar, estamos tomando una decisión. De igual modo, cuando creemos que en una determinada circunstancia no tomamos decisión alguna, lo cierto es que esa decisión se da por  hecho: la decisión de no  acometer nada en ese punto y dejar que las cosas sigan su curso